Sor
Virtudes, madre superiora del convento de la congregación de Las Obtusas y dos
novicias que la acompañaban, murieron la pasada semana en un brutal accidente
de tráfico. El vehículo de las religiosas circulaba en sentido contrario al de
la marcha y chocó frontalmente contra un camión de gran tonelaje. Los bomberos
hubieron de trabajar muy duro para extraer sus cuerpos sin vida de entre los
hierros retorcidos. Los medios de comunicación atribuyeron la tragedia a un
lamentable error de las siervas de Dios, que les hizo introducirse en la vía
por lo que en realidad constituía una salida de la misma. Entre líneas podía
leerse: "mujer y monja al volante...". Sin embargo, unos segundos
antes del siniestro se produjo una breve conversación que, de haberse conocido,
habría aportado una explicación radicalmente distinta a la oficial:
—¡¡¡Madre!!!
¡¡¡Qué hace???
—¡¡¡Muero porque no muerooo!!!
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